No siempre es necesario extraer las muelas del juicio; depende de su posición, salud y el espacio disponible en la boca. Si las muelas del juicio están bien alineadas, completamente erupcionadas, y no causan dolor ni problemas, pueden no requerir extracción. Sin embargo, en muchos casos, estos terceros molares quedan «impactados» o atrapados en el hueso o encía, lo que puede llevar a problemas como:
- Dolor o presión en la mandíbula.
- Infecciones o inflamación de encías alrededor del área.
- Caries en las muelas del juicio o dientes adyacentes.
- Formación de quistes o daño a la estructura ósea y otros dientes.
Para evaluar la necesidad de extraer las muelas del juicio, el especialista realiza radiografías para revisar su posición y potencial de causar problemas.